Un grupo de universidades europeas presentó un robot diseñado para realizar excavaciones arqueológicas de alto riesgo sin intervención humana directa.
El robot está equipado con sensores LIDAR, brazos de precisión y sistemas de cartografía en 3D. Puede excavar túneles estrechos e inestables sin poner en peligro a investigadores.
Durante sus primeras pruebas, descubrió cámaras subterráneas en un yacimiento del Mediterráneo que antes eran inaccesibles. Los arqueólogos recuperaron cerámicas y restos de estructuras desconocidas.
Este avance podría revolucionar la arqueología, permitiendo explorar zonas que por seguridad se descartaban. También agiliza el proceso de documentación digital.
Los científicos destacan que el robot no reemplaza a los arqueólogos, pero sí amplía sus capacidades.
La tecnología podría utilizarse pronto en América Latina y Medio Oriente.