La hiperconectividad nos acerca a todos, pero a veces nos aleja de nosotros mismos.
El “detox digital” es una tendencia creciente que propone reducir el uso de pantallas para reconectar con lo real. No se trata de eliminar la tecnología, sino de usarla con mayor conciencia.
Personas de todas las edades se suman a este movimiento, que propone horarios sin celular, redes sociales limitadas y actividades offline como leer, caminar o simplemente descansar.
Muchos reportan beneficios en su salud mental: menos ansiedad, mayor concentración y una sensación de libertad. También mejora la calidad del sueño y las relaciones personales.
En un mundo que empuja a estar siempre disponible, desconectarse es una decisión radical. Y cada vez más personas están optando por reconquistar su tiempo.