Empresas privadas reportan un aumento de reservas para vuelos suborbitales y estadías en estaciones comerciales.
En 2025, el turismo espacial dejó de ser una curiosidad tecnológica para transformarse en una industria con ingresos superiores a los 10.000 millones de dólares. Las principales compañías del sector, con base en Estados Unidos y Japón, han anunciado la ampliación de sus programas comerciales.
Los vuelos suborbitales, de corta duración, concentran la mayor demanda, mientras que las estadías en órbita aún se mantienen como experiencias exclusivas de alto costo.
Las agencias espaciales nacionales han comenzado a regular las licencias de vuelo y los seguros obligatorios para pasajeros, con el objetivo de garantizar la seguridad y sostenibilidad de la actividad.
Los defensores de este nuevo mercado sostienen que el turismo espacial impulsa la innovación tecnológica y la exploración científica.
Sin embargo, los ambientalistas advierten que las emisiones asociadas a los lanzamientos podrían contrarrestar los esfuerzos globales por reducir el CO₂.
A pesar de las críticas, las proyecciones indican que para 2030 más de 20.000 personas habrán viajado al espacio como turistas.